Restaurante Burger Box Cali - Sede Caney
La sede Caney de Burger Box consolida la evolución del concepto de la marca. Es el segundo local de la cadena y capitaliza los aprendizajes de la primera sede para ofrecer una experiencia más fluida, eficiente y alineada con las dinámicas del sector. El diseño responde tanto a las necesidades operativas de un restaurante en crecimiento como a la identidad del barrio, equilibrando presencia urbana, confort y desempeño.
Diseño exterior
La fachada se refinó para mejorar la legibilidad de la marca y su relación con el entorno inmediato. La señalización corporativa se resolvió con mayor sofisticación y una iluminación más eficiente, asegurando buena visibilidad tanto de día como de noche.
La integración con la arquitectura existente y la escala del sector se trabajó con especial atención, evitando estridencias y priorizando una presencia clara, ordenada y atractiva desde distintos ángulos. El acceso se optimizó para distintos tipos de usuarios, lo que facilita el flujo en horas pico y mejora la experiencia desde el primer contacto.
Interiores para el cliente
El área de servicio se reorganizó a partir de la experiencia operativa previa. Un mostrador rediseñado, una zona de espera más cómoda y sistemas de pedido mejor integrados permiten que el flujo de clientes sea más ágil y comprensible.
En el salón principal, la distribución de mesas se ajustó para ganar capacidad sin sacrificar confort; se incorporó mobiliario actualizado, iluminación versátil y materiales de mayor durabilidad para crear un ambiente cálido y consistente con la identidad de la marca. Las áreas complementarias, pensadas para grupos y familias, se integran de forma natural en el recorrido, con circulaciones claras y elementos decorativos mejor resueltos que refuerzan el carácter del lugar.
Áreas operativas y back of house
La cocina se replanteó como un sistema productivo de mayor desempeño. La distribución, el equipamiento y los flujos de trabajo se optimizaron para incrementar la capacidad sin aumentar la huella innecesariamente.
Se mejoraron la ventilación, la limpieza y el almacenamiento, con énfasis en eficiencia y seguridad. La oficina administrativa se concibió como un espacio privado y funcional para la gestión, el monitoreo y la capacitación del personal, incorporando conexiones y soluciones prácticas para la operación diaria.
Tecnología, eficiencia y materiales
La integración tecnológica se enfocó en resolver lo esencial de manera simple y robusta: sistemas de pedidos más avanzados, iluminación LED inteligente, audio de mejor calidad, conectividad estable y seguridad integrada.
Estas decisiones, sumadas a una selección de materiales de mayor desempeño —pisos resistentes, revestimientos durables y pinturas especializadas—, se traducen en mantenimiento simplificado y costos operativos más controlados. El mobiliario comercial se actualizó con criterios ergonómicos y de larga vida útil, reforzando la identidad visual con gráficos y colores corporativos mejor calibrados.
Proceso
El proyecto se desarrolló en dos grandes etapas. Primero, el diseño: análisis de la primera sede, adaptación al nuevo local y al contexto del Caney, y una optimización de la distribución con una selección de materiales más adecuados.
Luego, la obra: adecuación del espacio con mejores estándares, ejecución de instalaciones técnicas, aplicación de acabados y montaje de mobiliario y equipos. El cierre incluyó pruebas exhaustivas y ajustes finos para alinear desempeño, confort y operación.
Resultados y proyección
La sede Caney mostró un desempeño superior en ventas y eficiencia, con una experiencia de cliente más ágil y consistente. Este local se convirtió en el modelo de referencia para la cadena: elevó estándares, depuró procesos y dejó una base sólida para futuras expansiones en otros puntos de la ciudad. En práctica, el proyecto confirma que un diseño atento al contexto, con decisiones operativas bien fundamentadas, produce resultados medibles y sostenibles a lo largo del tiempo.
Galería del Proyecto